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Morfología del Complejo QRS en el Electrocardiograma


El complejo QRS es, sin duda, el elemento más reconocible del electrocardiograma (EKG). Representa la despolarización de los ventrículos, el evento eléctrico que se traduce en la contracción cardíaca. Si bien a menudo se presta atención prioritaria a su duración para diagnosticar bloqueos de rama, la morfología del complejo QRS encierra una cantidad de información diagnóstica igualmente crucial.

Comprender y analizar su morfología es fundamental para una interpretación avanzada del EKG.

La morfología del QRS varía significativamente entre las distintas derivaciones, reflejando la dirección en que viaja el impulso eléctrico a través de los ventrículos desde diferentes puntos de vista.

La nomenclatura de sus ondas (Q, R, S) y la amplitud de las mismas (representadas con letras mayúsculas o minúsculas) no es un capricho académico, sino un lenguaje preciso que nos permite describir la actividad eléctrica ventricular y detectar anomalías sutiles que de otro modo pasarían desapercibidas.

Al finalizar, tendrás las herramientas necesarias para leer más allá de la duración del QRS y extraer la valiosa información que su forma nos ofrece, enriqueciendo significativamente tu capacidad para la interpretación del electrocardiograma.


¿Como determinar la polaridad del complejo QRS? Positivo, negativo o isobifásico

La polaridad del complejo QRS es importante a la hora de calcular el eje cardiaco del electrocardiograma, donde la polaridad del QRS en las derivaciones I y aVF nos permiten estimar de forma rápida si es normal o no.

También un complejo QRS predominantemente negativo en las derivaciones precordiales puede hacer sospechar alteraciones de la cara anterior del corazón, o una pobre progresión de R en precordiales.

Pero, ¿cuándo un complejo QRS es positivo o negativo?

Ejemplo de complejo QRS Positivo

Complejo QRS positivo

Cuando la suma de la amplitudes de todas las ondas positivas (R o R’) es mayor que la suma de la amplitudes de todas las ondas negativas (Q o S).

Complejo QRS Negativo

Complejo QRS negativo

Cuando la suma de las amplitudes de todas las ondas positivas (R o R’) es menor que la suma de las amplitudes de todas las ondas negativas (Q o S).

Complejo QRS isobifásico o isodifásico

Complejo QRS isobifásico (isodifásico):

Cuando la suma de las amplitudes de todas las ondas positivas y la suma de la amplitudes de todas las ondas negativas son similares.

Significado electrocardiográfico

Cuando el complejo QRS es claramente positivo significa que el impulso eléctrico se acerca a la derivación de la medición, si el complejo QRS es negativo el impulso se aleja de dicha derivación y un complejo QRS isobifásico significa que la dirección del impulso es perpendicular a la derivación.

Morfología del complejo QRS

Algunos autores prefieren diferenciar las distintas morfologías del QRS usando mayúsculas y minúsculas. Lógicamente a las ondas de gran longitud se les atribuye una letra mayúscula y a las de poca longitud una minúscula.

En determinados artículos de My EKG usamos esa clasificación para facilitar la comprensión, pues la consideramos una forma simple de diferenciar las distintas morfologías que puede adoptar el QRS.

Ejemplo de complejo de morfología del QRS tipo Rs

Rs: onda R alta seguida de onda S pequeña. En el electrocardiograma normal la encontramos en las derivaciones precordiales V4 a V6 y en las derivaciones periféricas, excepto aVR.

Ejemplo de complejo de morfología del QRS tipo qRs

qRs: onda Q inicial pequeña (no patológica), seguida de onda R alta y de onda S pequeña. En el electrocardiograma normal se pueden observar en las derivaciones V5 y V6.

Ejemplo de complejo de morfología del QRS tipo RS

RS: onda R alta seguida de onda S profunda, de similar longitud (complejo QRS isobifásico). Es la morfología típica de la derivación V3.

Ejemplo de complejo de morfología del QRS tipo rS

rS: onda R baja seguida de onda S profunda. Morfología normal en las derivaciones V1 y V2.

En el hemibloqueo posterior la encontramos en las derivaciones laterales (I y aVL) y en el hemibloqueo anterior en las derivaciones inferiores. Es un error frecuente confundirla con un complejo QS cuando la onda R es muy pequeña.

Morfología del QRS Qr

Qr: onda Q profunda seguida de onda R pequeña. Es la morfología normal en la derivación aVR. Encontrarla en otra derivación es signo de necrosis miocárdica (infarto previo) en la región del corazón correspondiente.

Morfología del QRS QS, necrosis

QS: presencia de una sola onda negativa profunda. Es signo de necrosis miocárdica en la región cercana a las derivaciones cardiacas, no debe encontrarse en un EKG normal.

Morfología del QRS rSr', Bloqueo de Rama Derecha

rSR': presencia de una onda R pequeña, seguida de una onda S profunda y una segunda onda R alta (R'). Es característico del bloqueo de rama derecha y del bloqueo incompleto de rama derecha. También se observa en el síndrome de Brugada.

Otras morfologías: como comprenderás, existen muchas más morfologías del QRS, hemos mencionado las más frecuentes e importantes pero también podemos ver R anchas, rSr', QR, qR, qRS, qrS, entre otras.


Pobre progresión de R en precordiales

Artículo relacionado: Pobre progresión de R en precordiales.

La pobre progresión de la onda R en las derivaciones precordiales es un patrón electrocardiográfico frecuente en el que no se produce el aumento esperado de la amplitud de la onda R en las derivaciones precordiales.1

En un EKG normal, la onda R aumenta progresivamente en amplitud mientras que la onda S disminuye desde la derivación V1 hacia las derivaciones V5 y V6.2Normalmente alrededor de las derivaciones V3 o V4, el complejo QRS cambia de predominantemente negativo a predominantemente positivo.

En la pobre progresión de R en precordiales, este cambio se produce en las derivaciones V5 o V6, o los complejos QRS son predominantemente negativos en todas las derivaciones precordiales y puede estar ocasionado por diferentes alteraciones: Mala colocación de los electrodosi, infarto de miocardio de pared anterior, hipertrofia ventricular izquierda o derecha, derrame pericárdico, miocardiopatía dilatada, cardiopatías congénitas o bloqueo de rama izquierda, entre otras.


Resumen

En conclusión, la morfología del complejo QRS es un pilar en la interpretación del electrocardiograma que va mucho más allá de la simple medición de su anchura. Cada variación en la forma de las ondas Q, R y S en las 12 derivaciones nos ofrece una ventana detallada a la salud eléctrica de los ventrículos.

Dominar la nomenclatura, que distingue entre ondas grandes (mayúsculas) y pequeñas (minúsculas), es el primer paso para poder describir y comunicar de forma efectiva los hallazgos electrocardiográficos.

Como hemos detallado, patrones morfológicos específicos son indicativos de condiciones cardíacas significativas. La aparición de ondas Q patológicas, definidas por su duración y profundidad, es un marcador imperecedero de necrosis miocárdica.

Asimismo, la transición anómala de la onda R a través de las derivaciones precordiales o la presencia de ondas R altas en derivaciones donde no deberían estar, son signos sugestivos de hipertrofias ventriculares derechas o izquierdas, que nos obligan a buscar otros datos confirmatorios en el EKG.

Además, la morfología es la piedra angular para el diagnóstico diferencial de los trastornos de la conducción intraventricular. Las morfologías características de rSR' en V1 o de onda R ancha y mellada en V6 son los sellos distintivos de los bloqueos de rama derecha e izquierda, respectivamente. Incluso en ritmos complejos como los generados por un marcapasos, la forma del QRS nos informa sobre la ubicación del electrodo y el tipo de estimulación ventricular que se está produciendo.

Por tanto, un análisis sistemático de la morfología del QRS no es opcional, sino una parte integral de una lectura experta del EKG.

Referencias

  • 1. Gami SA, Holly TA, Rosenthal JE. Electrocardiographic poor R-wave progression: analysis of multiple criteria reveals little usefulness. Am. Heart J. 2004; 148(1): 0–85. doi: 10.1016/j.ahj.2004.02.005.
  • 2. Surawicz B, Knilans TK. Chou’s electrocardiography in clinical practice, 6th ed. Philadelphia: Elservier; 2008.